Claves para cuidar tu moto
Te subís a la moto y, al emprender la calle, te volvés uno con ella. Es tu mejor aliada eludiendo embotellamientos, graciosamente se desliza hasta un estacionamiento mientras los automovilistas giran y giran buscando un lugar vacío, y vela por tu bolsillo gracias a sus menores costos de seguro y mantenimiento. Sin embargo, como todo vehículo, precisa de cuidados para evitar desgastes y daños innecesarios, y así poder preservar y, por qué no, aumentar, su vida útil. ¿No sabés por dónde empezar? Seguí leyendo.
1. Se comienza con el manual
Aunque puede resultar una obviedad, en el entusiasmo por salir a probar la moto nueva, puede que hayas dejado este paso relegado. No obstante, allí se ofrece información fundamental sobre el sistema de filtrado de combustible y el tipo óptimo a utilizar. Pero, como regla general, para evitar daños en el motor, es importante usar siempre una misma clase de carburante puro. De igual modo, en el manual de usuario se especifica el tipo de aceite y el líquido de frenos más adecuado para tu modelo, así como cuáles son las bujías recomendadas.
Asimismo, si tenés una moto 0Km., el manual de garantía indica cada cuánto hacer las revisiones preventivas que vienen incluidas con la compra. Aunque toma tiempo, es conveniente aprovechar este servicio, ya que asegura un buen funcionamiento y contribuye a minimizar problemas futuros.
2. Es recomendable hacer inspecciones visuales regularmente
Antes de subirte a la moto, verificá que no haya anomalías (como pérdidas de algún líquido) y que los neumáticos tengan una correcta presión de aire, según los valores que indica tu manual. Esto último es fundamental tanto para el cuidado del vehículo como para su estabilidad y capacidad de frenado.
Luego, una vez que hayas encendido el motor, poné atención a posibles sonidos atípicos y el escape de humo. Es importante, además, que la tensión de la cadena de transmisión sea la adecuada y que esté bien lubricada. Circular por períodos prolongados con ésta dañada, puede deteriorar la rueda delantera y la caja de cambios de la moto.
3. La manera de conducir también es clave para cuidar tu moto
Especialmente si está recién salida del concesionario, es conveniente mantener las revoluciones por minuto (rpm) por debajo de 4.500, durante los primeros mil kilómetros. Este período inicial es fundamental para conservarla en condiciones a largo plazo.
Otra buena estrategia es evitar el error frecuente de conducir la moto con el embrague ligeramente pisado. Usar el acelerador junto con el embrague aumenta la tensión en los pistones y consume combustible de forma menos eficiente. Del mismo modo, cambiar de marcha con medio embrague presionado, puede ocasionar daños.
4. Hay que mantenerla limpia
Lavar la moto implica mucho más que esponja, agua y jabón. Antes de empezar, y especialmente si recién la usaste, asegurate de que el motor y el sistema de escape están fríos.
Es fundamental usar siempre productos específicamente fabricados para superficies de motos o coches ya que, de lo contrario, podrían contener detergentes duros o solventes químicos que podrían dañar el metal, la pintura o los plásticos. Evitá de igual modo la hidrolavadora o cualquier otra fuente de agua o aire a presión (como las que hay en los lavaderos de autos), ya que pueden afectar los componentes.
Por otro lado, así como el lavado regular de la moto, es necesario cuidarla del barro o el salitre de la carretera que pueden corroer las piezas de aluminio. Para eso, cuando hayas circulado por caminos con estas sustancias, limpiá las ruedas con una esponja húmeda y un detergente suave. Para finalizar, recordá enjuagar con abundante agua.
Seguir estos consejos puede ayudarte a cuidar tu moto. Pero, como circular en el tránsito nunca está completamente libre de imprevistos, es importante que cuentes con un seguro que te brinde confianza y seguridad. Podés conseguirlo de manera simple aquí, y con asesoramiento profesional.
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