Beneficios de contratar un seguro contra todo riesgo

La cobertura contra todo riesgo es la póliza más completa que pueden contratar los conductores. Pero, ¿vale la pena invertir en ella? Para responder a esta pregunta, te invitamos a conocer sus significativos beneficios. ¡Mirá! 

1. Protección contra daños propios

La cobertura contra todo riesgo respalda totalmente el patrimonio. Es decir, cubre los daños materiales que sufra el vehículo asegurado como resultado de un siniestro, ya sea al circular o al estar estacionado, y más allá de la propia responsabilidad para que ello ocurra. 

Por ejemplo, están contemplados en este tipo de póliza: choques, impacto de objetos, vuelcos, actos de vandalismo, incendio o explosión. 

No obstante, se excluyen de la cobertura cualquier tipo de reparaciones que deban hacerse por el desgaste producido por el uso continuado del vehículo. 

2. Reposición de 0km

Una de las mayores ventajas de la cobertura contra todo riesgo para los vehículos 0Km, es que, en caso de hurto o destrucción total, la aseguradora responde con el total del valor de mercado. 

Es importante señalar, no obstante, que este beneficio aplica solo durante los dos primeros años de adquirido el coche o la moto. 

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3. Numerosos adicionales

La cobertura contra todo riesgo es útil para los conductores más allá de posibles accidentes o hurtos. Entre sus ventajas se incluyen una serie de adicionales, que cada aseguradora considera valioso ofrecer a sus clientes. Algunos frecuentes son: 

– Auxilio mecánico ilimitado

– Entrega y colocación de alarma

– Coche de respaldo frente a robo o destrucción total

– Cobertura en países limítrofes

¿Con franquicia o sin franquicia?

Al momento de contratar una cobertura contra todo riesgo, el titular de la póliza deberá decidir si prefiere un seguro con o sin franquicia. 

La franquicia es un monto fijo a partir del cual la compañía aseguradora se hace cargo de la reparación. Es decir que, hasta dicho valor, los gastos corren por cuenta del titular. Pero, si el daño es mayor, la empresa paga la diferencia. 

Por su parte, la cobertura sin franquicia tiene la ventaja de que, frente a un siniestro o imprevisto, la aseguradora corre con la totalidad del costo. No obstante, la factura mensual es mayor. 

Te inclines por una u otra opción, la cobertura contra todo riesgo es la mejor manera de resguardar el patrimonio de un vehículo. Conseguila de manera simple, aquí.